viernes, 26 de diciembre de 2008

Una locura

Me viene a la mente el recuerdo de un sacerdote (no recuerdo cuál) que imaginaba su juicio final. Imaginaba que Dios le decía "has perdonado a personas que han hecho justamente lo que yo decía que no hicieran. Has hecho tu comunidad de personas que no cumplían mis mandamientos..." y cosas así. Y él tenía preparada su defensa, le diría a Jesús "¿Y cómo tú?".

Razón tenía el buen cura. Desde esa gran locura de un Dios que decide hacerse niño pobre, cualquier locura de amor es poca. Después de la locura de amor de mandar a la Tierra a un hombre como cualquier otro, sólo que era Dios, nada puede ser tan loco. ¿Confiar en la humanidad, mandando a su hijo a ser uno de nosotros? ¿A quién se le ocurre?

Así que, con el permiso de Dios, cometeré también la locura de creer. Quiero creer que este año que empezará pronto, algunas cosas sucederán, algunas locuras. Creeré que el mundo mirará a lo que ha llegado con un capitalismo desbocado, y dirá que esto no da para más. Creeré que Obama cerrará Guantánamo, y Estados Unidos se sentará a conversar sin condiciones con los que siemore ha mirado por sobre el hombro. Creeré que seremos capaces de mirarnos un poco más como seres humanos. Creeré que nos daremos cuenta de que el planeta necesita un poquito más de cuidado. Creeré que seremos capaces de un poco más de grandeza al enfrentarnos a adversarios políticos.

Creeré que el scoutismo cambiará la vida de muchos niños, que vale la pena apoyar esta experiencia en poblaciones, y seguiremos adelante con la Corporación que para eso formamos con mis amigos. Creeré que hay que seguir buscando, que hay que seguir creando, creeré que el camino es lento pero no por eso interminable, y que hay que ir de a poco aunque quisiera ir más rápido.

Creeré que amar a un hijo y hacer lo que esté en mis manos para que sea feliz es posible, creeré que podrá ver otras posibilidades de construir un mundo mejor, un poco más feliz.

Creer. Qué locura la de Dios, creer en nosotros. Eso es la Navidad, creer que un niño pobre nos puede conmover, y hacer, como lo dijo Benedetti, que "la victoria crecerá despacio, como siempre han crecido las victorias". Creer, más de dos mil años después. ¿Una locura, Señor? ¿Y quién empezó?

jueves, 20 de noviembre de 2008

Eso se dice con vergüenza...



"En un hotal, en un restaurante, a veces ellos (la oposición) están hablando y no saben que quienes los atienden, como el mesero, están oyendo. O van hablando y como tienen chofer a veces no se dan cuenta de que el chofer va oyendo y es nuestro"
(Hugo Chávez)

Quizás debo hacer una apostasía definitiva. Tardía, dirá alguno. Pero alguna vez albergué una secreta esperanza de que Hugo Chávez, quizás, sería aquel necesario contrapeso en Latinoamérica frente a Estados Unidos. Alguna vez creí que ese mandatario de izquierda, que mantuviera viva al menos un poquito esa llama que dice que otro mundo es posible, un poquito más a la izquierda, cun un poco más de esos ideales ya perdidos.

Quise creer hasta el final que sus salidas de madre, sus impulsos, taldazos, etcétera, podían ser explicables, no sé. Quizás todos los hechos anteriores habrían bastado antes para esta apostasía, pero de alguna manera éste me llegó más. Tal vez porque tengo vivo el recuerdo de esos tipos de lentes oscuros y camisas grises, ante quienes toda conversación cesaba. Quizás porque la sencilla explicación de mis padres al verlos en la calle bastaba para hacerme temblar, cuando decían tratando de no modular mucho"son CNI". Los mismos que alguna vez en Punta de Tralca, luego de un comentario de mi papá en la misa respecto a los pueblos que sufren la opresión, se acercaron a hacerle una bien poco amistosa advertencia. Porque tengo vivo el recuerdo de esos personajes siniestros a quienes aprendí a temer.

Me horroriza la idea de ser vigilado al conversar, al ir en un auto, al estar en un restaurant. Eso da vergüenza, da pena, da horror. Eso, Hugo Rafael Chávez Frías, eso es de fascistas, a los que tú dices detestar. Eso se reconoce con vergüenza, carajo.

sábado, 1 de noviembre de 2008

In Barack I trust


El mundo tiene esas cosas sorprendentes. En medio de la crisis, de una debacle financiera, del calentameitno global, de guerras sin sentido, da espacios para la esperanza. Sí, me es raro que esa esperanza este puesta hoy en un - posible - futuro presidente de Estados Unidos, una nación que no suele ser precisamente santo de mi devoción. Pero, por otra parte, siento que hay motivos para la esperanza en este hombre, descendiente de africanos y parte, al menos en origen, de esa masa de gringos que llegaron desde lejos a "la tierra de las oportunidades".

Me llena de esperanza Barack. Me llena de esperanza que, años después del "I have a dream" de Luther King, un negro esté a las puertas de la Casa Blanca. Pero la raza es lo de menos. Que esté a las puertas de la Casa Blanca un hombre dispuesto a abandonar la exigencia de condiciones para conversar con el presidente de Irán, con Chávez, con Raúl Castro. Un hombre dispuesto a asumir los fracasos de una guerra, de recolectar donaciones pequeñas y anónimas. Un hombre capaz de aprovechar sus oportunidades sin olvidar su origen, y deseando que todos tengan esa oportunidad.

El mundo tiene eso, dejar paso a la esperanza. We can believe in change. We can believe in hope. I have a hope. I have a dream.

Nunca es tarde.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Chile 1 - 0 Argentina

Sí señores. He esperado toda una vida este día. He esperado partidos y partidos con frustraciones y triunfos morales. ¿Por qué no podemos jugar así siempre? Porque somos chilenos... lo que importa es que no sé si había visto otra actuación de Chile tan contundente.

Chile 1 - Argentina 0. Ganamos, sí, ganamos!

lunes, 6 de octubre de 2008

Emmanuel...


Sí, Emmanuel. Dios con nosotros. Esa es la sensación que tengo. Sólo porque es una experiencia imposibe de imaginar antes que suceda, sólo porque es un regalo que soñe hace dos años en Isla Mocha: tener un hijito con mi amada Marcita.

Sólo eso: gracias Señor. Gracias a Dios por este regalo. Siento esos nervios y esa inseguridad tan propias de los regalos de Dios.

P.S: Camilo, te robé la imagen... sabrás entenderlo.

Neolengua, neocastellano. Podría ser pokecastellano

El invierno del año pasado tomé de los libros que nos legó a la familia mi fallecido abuelo uno que debí haber leído hace tiempo: 1984.

Ante todo, quiero aclarar que no comparto las paranoias conspiracionistas. Sé que los medios de comunicación pueden manipular mucho las cosas, que con demasiada frecuencia las cosas no son lo que nos muestran, pero de ahí a pensar que ya opera el Ministerio de la Verdad y que prácticamente nada de lo que vemos es real (casi como si viviéramos en laMatrix) hay un largo trecho. Lo que sí encontré fascinante del libro es la descripción de una lógica, del modus operandi que no requiere siquiera una intencionalidad ni una institucionalidad, sino que se va dando casi por sí solo y nos convierte en vulnerables. No es necesario que exista una pieza 101 ni minutos de odio para que situaciones similares a éstas se den, basta con que la lógica de utilizarlas exista en nuestros comportamientos humanos. Más de una vez he podido sentir aquella sensación de Winston Smith, llegando a dudar del número de dedos que efectivamente le están mostrando; más de una vez he sentido (y me imagino que muchos de ustedes lo habrán sentido también) que "debo" pensar algo, contrario a lo que la evidencia me muestra. Puede que todos en alguna ocasión hayamos tenido que aprender el arte del doblepensar.

Pero el temor más real que me aqueja hoy tiene que ver con el uso del lenguaje. De hecho, como profesor de matemáticas, más de una vez he constatado que la principal dificultad para aprender matemáticas es el uso deficiente del lenguaje. Ojo que no hablo de los garabatos, es posible hablar bien y usar garabatos. Me refiero sobre todo al culto del hablar mal, de escribir mal, de redactar todo mal que, a fin de cuentas, es un símbolo de una pobreza del lenguaje quizás conscientemente adoptada, pero peligrosamente invasiva. Quizás la mayor crítica que siempre me toca recibir es el uso de vocabulario técnico como profesor de matemáticas. Y muchas veces me ha tocado tomar la descripción de Orwell de la neolengua: lo que no puede ser expresado en el lenguaje no puede ser pensado. Para pensar más y mejor, es preciso un lenguaje mejor. Si reducimos los significados, si cortamos las palabras, reducimos también la posibilidad de pensar. Y éste es mi temor real: ver que los muchachos de nuestro tiempo rinden un verdadero culto a lo mal escrito, a las palabras sin ortografía y, mucho más grave aun, con una gramática horrorosa que apenas les permite comprender instrucciones sencillas y operacionales. Entre sus palabras pobladas de k, h y x, sin vocales, entre sus redundancias y aberraciones gramaticales se incuba un cáncer cerebral horrendo, que reduce significados, que embrutece. Sin necesidad de un ministerio, el despojo mental gana terreno.

Gracias a Dios aun no existe el Gran Hermano. Pero qué fácil se le va haciendo el camino. Qué dramática castración de la capacidad de pensar. Alguno dirá que he envejecido, otros sabrán que siempre he sido así. Pero Dios mío, tengo miedo. Tengo miedo.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Chile...¿Chile?

De cuando en cuando me llama la atención la celebración de nuestras fiestas patrias, y por cierto me ha llamado la atención este año. La aparición de cosas que no se ven en otra época del año, el esfuerzo por aprender nuevos bailes, hilvanar algunos versos en una paya, en fin. Por cierto, también, la necesidad de catarsis en una celebración muy regada y en ocasiones con cierto desenfreno, gastando lo poco que se tiene. Otras cosas definitivamente estúpidas como la insistencia en el hilo curado o el rodeo, que no merecen comentarios. Lo más especial de todo, creo, tiene que ver con aquella búsqueda de lo "típicamente chileno": no deja de parecerme una contradicción en sí misma que haya que buscar tan afanosamente y salir de lo cotidiano para encontrarnos con aquello que es "típico" de nuestra tierra.

¿Y qué es típico de nuestra tierra?. La cueca llegó desde Perú (como Zamacueca), las empanadas son españolas, los volantines son chinos. No vamos a pretender que los asados o la chicha son típicamente chilenos. Más aun, la celebración de las fiestas patrias se basa esencialmente en la característica del chileno de la zona central (el huaso), que es un reduccionismo bastante grande de todo lo que es Chile.

En realidad, quizás estas fiestas patrias muestran lo heterogéneo de nuestro país, y lo profundamente mestizos que somos: no hubo una gran etnia que poblara todo el país, somos distintos y condicionados por la geografía. Y algo propio del mestizo, que es adaptar, copiar - es fea la palabra, pero real- suele ser lo más propio del que ha sido profundamente colonizado, mezclado por una y otra raza venida desde afuera, al punto que ninguna de ellas se distingue demasiado ya. Sin embargo, parece que esto nos avergonzara a la hora de conmemorar un aniversario patrio, y nos debatimos entre esa dualidad extraña de desempolvar una vez al año los atuendos típicos y los discos de música chilena y, a la vez, jactarse de que "estas son entretenciones chilenas, no como la cumbia, el reggeton, etc". ¿Y no será que, finalmente, estas cosas sí son chilenas, porque está en nuestra profunda identidad ser adaptadores y copiones? Por otro lado, ¿será tan malo? ¿se imaginan si los brasileños, sólo por orgullo patrio, hubieran rechazado las entretenciones y deportes copiados a los navegantes ingleses, tales como el football?

Termino con un anécdota que me ocurrió en el colegio, siendo alumno. Decidíamos como curso cuál iba a ser nuestra "mascota", una especie de símbolo destinado a representarnos en la semana del colegio. Un amigo había dibujado una, creación de él, mientras que otro personaje televisivo era la opción de otros tantos compañeros. El autor de la primera mascota, en defensa de su creación, espetó "¿qué representa más al curso: algo creado por el mismo curso, o algo copiado?". La respuesta de otro de mis amigos fue sabia y certera: "Lo que representa al curso será lo que el curso crea que lo representa, aunque sea copiado". A lo mejor, como país, también vamos eligiendo (o copiando) progresivamente lo que queremos que nos represente. Quién sabe.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Mi Hogar...


Amigos, amigas, ¡Por fin!. Por fin salió nuestra casa, que comenzamos a habitar desde el sábado pasado... las cosas típicas y algunas no tan típicas: no encontrar las cosas, conocer a los vecinos, darse cuenta que no teníamos agua (al final la repusieron), en fin...

Lo que quiero es compartirles nuestra alegría, junto con Marcia, de tener ya para nosotros la casa que queríamos. Siempre vimos el departamento como algo provisional, un espacio importante pero no el difinitivo. La casa donde recibir amigos, donde imaginamos a los hijos que esperamos tener...

¡¡¡¡Me tiene tan contento!!!!

viernes, 22 de agosto de 2008

Me siento menos solo...

Navegando por allí me topé con esta columna del blog de "El Mercurio"... nunca es tarde para encontrarse con alguien que me haya representado tanto con lo que escribe. Tanto que, si fuera diputado, me apropiaría de este artículo. Citando la fuente, y remarcando que es de Agustín Squella, lo comparto con ustedes. Leyendo estos artículos me siento que no soy el único que piensa así


FRIVOLIDAD Y EDUCACIÓN

Nuestros limitados logros en materia educacional pueden hallar su causa en algunas ideas, tan equivocadas como ampliamente compartidas, acerca de qué significa educarse.

De partida, se ha exagerado hasta la majadería en la necesidad de una educación continua, como si sólo viviéramos para educarnos, y se ha exagerado también en la relación entre educación y trabajo, reduciendo aquélla a simple capacitación, a una suerte de precalentamiento laboral cuyo único sentido estaría dado por los puestos a que permite acceder.

La lógica del parvulario se ha extendido a los demás niveles educativos, presentando la educación como si se tratara de un juego, como si ella tuviera que ser siempre divertida, trivializando los contenidos de las asignaturas, los métodos de enseñanza y la disposición al trabajo que los alumnos deben mostrar en las salas de clases.

De la mano de la falacia de que recibir educación tiene que ser tan liviano y entretenido como jugar, se ha instalado la idea de que educarse es una tarea fácil que no requiere mayor esfuerzo de profesores y menos de estudiantes, produciéndose una especie de “conspiración contra la dificultad”, una de cuyas manifestaciones es que a la hora de leer se prefieran versiones resumidas a textos completos.

Puestos a hablar de derechos y de deberes, soy de los que prefieren estar más atentos a los primeros que a los segundos, aunque no por ello dejo de ver con preocupación cuánto se enfatiza hoy en los derechos de los estudiantes y cuán poco se habla de sus deberes, hasta el punto de que el derecho a tener educación pareciera no conllevar el deber de esforzarse por alcanzarla una vez obtenida la matrícula del caso. Peor aún, el derecho a la educación pareciera incluir el de tener buenas notas, un malentendido cuya expresión más desvergonzada es el siguiente grafiti que vi pintado en un recinto universitario: “Aprobar es un derecho humano”.

La obsesión con las mediciones de la calidad de la educación parece haber desplazado al interés por la calidad misma, de manera que los procesos de enseñanza y aprendizaje se enfocan más a los resultados que los establecimientos pretenden obtener en tales mediciones que a los que de hecho estén produciendo en niños y jóvenes.

Se pregona también que hoy todo se reduce a aprender a aprender, como si quienes pagan por la educación de sus hijos pudieran satisfacerse con que éstos pasen y pasen de curso sin llegar a saber absolutamente nada. Y un acento en los métodos antes que en los contenidos de la enseñanza ha producido profesores bien adiestrados en recursos metodológicos, pero mal preparados en la materia de sus disciplinas, con el resultado de que más de un profesor pueda disertar hoy con mayor facilidad acerca del uso del pizarrón que sobre los temas de su asignatura.

Pusilánimes y algo acobardados ante no pocos jóvenes que quieren tomarse la vida sin responsabilidad y la educación sin esfuerzo, no nos atrevemos a hablarles de deberes y hasta transformamos en ícono a cualquiera de ellos que se eche los deberes al bolsillo.

http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2008/08/22/frivolidad-y-educacion.asp

jueves, 21 de agosto de 2008

Del año que les pidan...


Hacer un análisis sería inútil y, por lo demás, ocioso. Pero estos diputados que se subieron su bono de bencina me dan una rabia visceral. Y, como círculo vicioso, lo que más rabia me da es lo bajo que me hacen caer y pensar de pura rabia... hay tipejos capaces de sacar de uno todo lo peor.

"Honorables", ¿saben qué? Quédense con su platita, guárdensela donde les quepa, total, ustedes son los que se dan a conocer por cien lucas. ¿Saben, diputaditos, lo que no les perdono? Que contra ustedes habría justificado una ataque de ira colectiva, un ataque de insultos, escupitajos, lanzamiento de monedas, saludos a sus madres, rayados en sus paredes. Así de simple. Por buches. No les perdono que, si una turba enardecida hubiese querido orinarles el hemiciclo desde las tribunas, lanzarles basura, huevos, mostaza, mocos, lo que fuera, a lo mejor me habría unido a ellos... que a lo mejor un jarrazo de agua habría sido poco.

Les dejo una canción de Serrat, "Algo Personal".

Probablemente en su pueblo se les recordará
como cachorros de buenas personas.
Que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.
Probablemente que todo eso debe ser verdad,
aunque es más turbio cómo y de qué manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a qué sirven cuando alzan las banderas.
Hombres de paja que usan la colonia y el honor
para ocultar oscuras intenciones.
Tienen doble vida, son sicarios del mal
entre esos tipos y yo hay algo personal.

Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad
viajan de incógnito en autos blindados.
A sembrar calumnias, a mentir con naturalidad
a colgar en las escuelas su retrato.
Se gastan más de lo que tienen en coleccionar
espías, listas negras y arsenales.
Resulta bochornoso verles fanfarronear
a ver quién es el que la tiene más grande.
Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz
y juegan con cosas que no tienen repuesto
la culpa es del otro si algo le sale mal
entre esos tipos y yo hay algo personal.

Y como quieren la cosa nada tienen que perder
pulsan la alarma y rompen las promesas
y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer
nos ponen la pistola en la cabeza
Se agarran a los pelos, pero para no ensuciar
van a cagar a casa de otra gente.
Y experimentan nuevos métodos de masacrar,
sofisticados y a la vez convincentes.
No conocen ni a su padre, cuando pierden el control,
ni recuerdan que en el mundo hay niños
Nos niegan a todos el pan y la sal:
Entre esos tipos y yo hay algo personal.

Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión
en declarar públicamente su empeño
en propiciar un diálogo de franca distensión
que les permita hallar un marco previo.
Que garantice unas premisas mínimas
que contribuyan a crear los resortes
que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a norte.
Donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y paz.

jueves, 14 de agosto de 2008

Reconsidérelo...



Otros ya han escrito lo suficiente y, a lo más, en alguna oportunidad me gustaría escribir respecto a la escalofriante cantidad de inconsistencias lógicas que se han revelado a partir del trístemente recordado episodio del jarrón (lo siento, veo la lógica en todos lados) y su protagonista de nombre melódico. No, tampoco diré si me parece correcta o no la decisión de expulsar a esta muchacha, esencialmente porque no creo tener elementos para hacer un juicio así.

Lo que sí es increíble es el que el Liceo haya ratificado la expulsión, luego de que se le "sugiriera" Reconsiderar la Decisión... Según la RAE, reconsiderar significa, por cierto, "volver a considerar", lo que en sí mismo tiene la posibilidad de modificar una resolución tomada como de mantenerla por haber ratificado que fue la correcta, según nuestro criterio y los antecedentes que se tengan... El pequeño detalle es que el diccionario de la RAE puede ser muy útil, pero no es precisamente un libro de cabecera si usted pertenece al sistema educativo chileno. Deben ustedes saber que en estos ambientes, queridos lectores, las palabras no significan lo que parecen. Así, por ejemplo, si le piden "que disponga ciertas facilidades para que un alumno pase de curso", lo que le están diciendo es que ese alumno debe pasar de curso, así no sepa decir su nombre... ¡pero no vaya usted, por favor, a cometer la "falta de ética" de inventarle notas, eh! Si un alumno está condicional, no haga tal de pensar que "debe cumplir alguna condición" para no perder su matrícula, no. Lamento, eso sí, no poder decirle qué es lo que debe entender.

Y "Reconsiderar", en estos contextos, no significa "volver a considerar". Significa que usted debe hacer exactamente lo contrario a lo que había hecho. Si usted tomó una decisión y le aportan nuevos antecedentes, no vaya a cometer usted la torpeza infinita de confirmar su primera decisión (que, en ocasiones, puede reforzarse con los nuevos antecedentes). No. Usted debe echar pie atrás, eso significa reconsiderar.

Por ello me parece tan extraña, sorprendente, atípica la decisión del Liceo de no echar pie atrás - en lenguaje educacional, "no reconsiderar"-. Insisto en mi falta de elementos para dar una opinión respecto a la decisión en sí pero, ojalá, sirva como precedente de que siempre es más sano y más honesto usar las palabras siendo plenamente conscientes de su significado. Para aceptar que, a lo mejor, el Liceo sí reconsideró su decisión aunque estemos acostumbrados a creer lo contrario. Para saber que no vale dar a las palabras su significado después de haberlas usado. Y de fondo, para comprender que al pedir algo la respuesta también puede ser NO. Aunque no estemos de acuerdo o no nos guste.

jueves, 17 de julio de 2008

Carelcona


Carelcona es una parte de mi vida, una parte fundamental y esencial. Carelcona es el Grupo Scout que formamos, junto a mi amigo Daniel Méndez y mi hermano Pablo, tiempo después mi amigo Camilo y algunos cuantos otros después el año 2000, cuando Daniel apenas cumplía 20 años. Un grupo scout en La Legua, formado "a pulso", a punta de convicción y sueños. Lo cuento con orgullo, pero sobre todo con gratitud por la oportunidad que tuve de ser parte de esta historia. Un proyecto que me hizo partir de mi casa, un proyecto que tomó horas de sueño, de trabajo, de mis años de universitario... aunque suene cursi decirlo, una historia de amor hacia este Grupo, hacia sus cabros y hacia la población misma.

Una historia que se cortó dramáticamente, para mí, el año 2005, a causa de la situación más dolorosa que alguna vez he vivido. Un pedófilo, al cual denunciar me costó una suerte de exilio de la población y del Grupo... cuando me tocó dejar el Grupo, repitiendo en medio de la desolación las palabras de Salvador Allende: "superarán otros hombres este momento gris y amargo, en que a traición pretende imponerse".

Hoy son otros hombres y mujeres los que toman este testimonio, para continuar con el sueño. Mañana parten a campamento nuevamente a darle vida a la más maravillosa experiencia del scoutismo, el campamento. Nuevamente a Las Cruces, donde el 2001 partimos a uno de nuestros primeros campamentos, donde mi vida scoutiva comenzó el año 1991. Parten llenos de sueños y de esfuerzo, para escribir nuevamente la historia.

Desde mi Micronación no me toca ir con Ustedes, amigos. Pero desde aquí cuentan con mi fuerza y mi oración, con el deseo de éxito y de fuerza, que tanto necesitarán. Gracias por seguir con este sueño, gracias por mantener viva la esperanza del scoutismo en mi amada La Legua. Gracias, amigos, de parte mía y de tantos otros.

Buena Caza, amigos míos. Que Dios los bendiga.

De Igual a Igual

Ley de inmigración en Europa, cada vez más restrictiva. Dentro de todo, soy capaz de entender que un país quiera velar, ante todo, por el bienestar de sus habitantes nativos, pero... lo de Europa podría ser un poquito más considerado, tener un poquito más de memoria de cómo su riqueza la construyeron gracias al resto del mundo, demasiada riqueza como para hacerse los cuchos. Ahora que la cosa se pone difícil, ahora que los recursos se acaban, se preocupan del calentamiento global y cierran fronteras.

No soy anti europeo, sería ir contra mis genes. Soy hijo de un europeo que hizo de Chile su país. Pero me insppira compartir con ustedes esta canción de León Gieco, respecto a la inmigración.

De Igual a Igual

Soy bolita en Italia,
soy colombo en Nueva York,
soy sudaca por España
y paragua de Asunción.
Español en Argentina,
alemán en Salvador,
un francés se fue pa' Chile,
japonés en Ecuador.

El mundo está amueblado
con maderas del Brasil
y hay grandes agujeros
en la selva misionera.
Europa no recuerda
de los barcos que mandó
Gente herida por la guerra
esta tierra la salvó.

Si me pedís que vuelva otra vez donde nací
yo pido que tu empresa se vaya de mi país
Y así será de igual a igual
Y así será de igual a igual.

Tico, nica, el boricua,
arjo, mejo, el panameño
hacen cola en la Embajada
para conseguir un sueño.
En tanto el gran ladrón,
lleno de antecedentes,
si lo para Inmigración
pide por el presidente.

Los llamados ilegales
que no tienen documentos
son desesperanzados
sin trabajo y sin aliento.
Ilegales son los que
dejaron ir a Pinochet
Inglaterra se jactaba
de su honor y de su ley.

Si me pedís que vuelva otra vez donde nací
yo pido que tu empresa se vaya de mi país
Y así será de igual a igual
Y así será de igual a igual.

viernes, 11 de julio de 2008

Pluralitas non est ponenda sine necesítate


"La pluralidad no debe agregarse si no es necesaria". La frase del título es de un franciscano inglés, Guillermo de Occam, que mediante ella pretendía simplificar las intrincadas explicaciones dadas a los hechos durante la Edad Media. Su postura quedó inmortalizada en la premisa conocida como "La Navaja de Occam": "En igualdad de condiciones, la respuesta más sencilla a un hecho debe ser la correcta". Sin embargo, es sobre su frase original que me he inspirado.

Escribo esto ahora pero con ganas de haberlo hecho hace tiempo. Me motivó finalmente la entrada en el blog de Camilo, y el hecho de que las vacaciones se aproximen y, seguramente, pondrá algunos paños fríos en las movilizaciones estudiantiles. Me ha tocado verlas alejado un poco de la profesión de docente, con pocas horas de clase, y sin que mis alumnas ni mis colegas adhieran. Curiosamente, creo que hacer y ver clases a la misma hora en que hay marchas y protestas me ha hecho reflexionar aun más que si me hubiera paralizado yo también.

Porque a la misma hora en que los cabros marchaban por el centro exigiendo fin del lucro, no municipalización, pase escolar, etc. fui testigo de un montón de cosas, que poco y nada tenían que ver con los motivos de la protesta. Mis alumnas también protestaban pero no por la LGE, sino porque les estaba haciendo clases, a pocos días de salir de vacaciones. ¿Se entiende? A la misma hora que cientos de estudiantes protestan por una mejor educación, me reclaman porque hago clases, en hora de clases, en día de clases. Se quejaban de una represión, no policial, sino de mis llamados de atención porque una conversaba y le dije que no lo hiciera, otra escuchaba música en vez de escuchar mi explicación y le quité el MP3, aquélla sacaba su celular para mandar un mensaje...

No tengo intención alguna de desligitimar los motivos de las protestas; no pretendo dar aquí y ahora mi opinión respecto a una ley u otra. Sólo me gustaría imaginar a mis alumnas, a los alumnos de Chile, protestar porque se les hace leer poco, y pedir que se les haga leer más. Protestar cuando un profesor les arregla notas y gracias a eso pasan de curso. Protestar cuando una prueba es demasiado fácil, y no mide realmente conocimientos. Protestar, y tratar de inconscientes, poco solidarios, etc. a sus compañeros que se dedican a cualquier cosa menos a poner en la clase toda su atención y esfuerzo. Rebelarse ante sus padres porque los mandan con celular al colegio, celular que sólo los distrae. Rebelarse porque los sobreprotegen, porque no les enseñan a hacer las tareas solos, porque no les hacen hacerse responsables. Manifestarse a favor de una educación de calidad a sabiendas que no tiene por qué ser entretenido ir a clases, y que la cantinela de que "el profe es muy fome" es una excusa muy burda para no poner atención, para no escuchar. Una excusa impresentable. Protestar cuando un profesor les da la respuesta de inmediato, y no les hace pensar para construirla. Ni hablar de copiar, inimaginable en la búsqueda de una instrucción de calidad...

Me dirán que, precisamente, mis alumnas no fueron a las manifestaciones. Lo sé, pero no me imagino demasiado distintos a los estudiantes que sí fueron, y tengo constancia que, de hecho, no son demasiado distintos.

A veces imagino el impacto que tendría tan sólo hacer este tipo de cosas tan sencillas: esperar al profesor con el cuaderno abierto, anotar, no conversar, hacer la actividad que el profesor indica, preguntar en el momento mismo de la duda, no cuando quedaron demasiado atrás. Sentarse en fila, mirando hacia adelante. Hacer el esfuerzo de ser precisos y activos al preguntar, no sólo decir "no entiendo nada". Leer las instrucciones, volver a leer si no entienden a la primera. Usar el cuaderno, buscar en él la información. No buscar subidas de nota por secretaría, a partir de un error mínimo en la corrección... la lista podría seguir. Y no generalizo casos particulares, sé que es así en demasiadas partes, en demasiados colegios. Y que nadie me venga a decir que no puede hacerlas mientras el sostenedor de su escuela gane plata, o mientras el colegio dependa de la Municipalidad. Tampoco me digan que "todo eso es responsabilidad del profesor, ellos son jóvenes y no saben lo que hacen. Si no trabajan, la responsabilidad es suya" (no estoy inventando, me lo han dicho)... Si es así, muchachos, guarden las pancartas y vuelvan a clases. No vale salir a expresarse a la calle, reclamar participación y derechos y luego, en la sala, escudarse en que son jóvenes, en la inmadurez, etc. Es un doble standard digno de políticucho de última clase.


Se me ocurre una cantidad enorme de pequeños cambios, de alto impacto y absolutamente independientes de que el sostenedor gane plata o no, de que el colegio sea público, privado, del ministerio o de la municipalidad. Cosas que podrían hacerse con LOCE, LGE o la ley que sea.
"La pluralidad no debe agregarse si no es necesaria". Quizás, cuando se cumpla con lo cotidiano, con el deber de todos los días, podamos ver más claramente cuáles son las falencias reales, y quizás los cambios necesarios no son tantos o de tal magnitud como imaginamos. Quizás las explicaciones a muchos de los males de la instrucción sean más sencillas de lo que parecen. A lo mejor la respuesta más sencilla es la correcta.

P.S: Quiero hacer notar que hablo de instrucción y no de educación, pues profundamente creo que la educación pertenece a la sociedad toda, y en primerísimo lugar a la familia.


jueves, 10 de julio de 2008

Copa Viva 2008... el otro mundial, el del fútbol lindo


Me gusta el fútbol. Harto. Y aunque parezca frase hecha, claro, de pronto no me gusta el entorno del fútbol. El caradura de Havelange acusando arreglos en mundiales, pero ojo, en los que a él le toco nunca pasó nada raro. A todo esto, ¿recuerdan que para las eliminatorias del 90 - cuando fue el" Maracanazo"- Chile perdió su localía porque el público le lanzó cáscaras de naranjas a los brasileños? ¿Y que luego, cuando cayó una bengala en el Maracaná - de acuerdo, que no le pegó a nadie, pero bengala era- no pasó nada de nada?

Bueno, hay otra opción ante estas mafias. En Laponia - o Samniland, como prefieren decir ellos- se está desarrollando desde el lunes pasado, hasta el Domingo, la Viva World Cup 2008. Este evento agrupa a pueblos y culturas que no son reconocidas oficialemente o no adhieren a la FIFA, pero que se sienten otra cultura o país, y quieren jugar partidos contra otros. Han adherido a la NF-Board (Nouvelle futbol board, o también conocida como "No-FIFA Board), que bajo el lema "Dejad que todos juegen", organiza esta competencia y otros partidos. A la NFB están afiliados los gitanos, por ejemplo, que tienen un pequeño problema para jugar de local. La selección de Isla de Pascua también está asociada, y está en proceso la selección mapuche, y la guaraní en Paraguay.

Esta versión de la Copa cuenta con cinco equipos masculinos y dos femeninos (juegan aparte, claro), y en un hito del "fútbol - espectáculo", jugaron el partido inaugural bajo "Sol de Medianoche", es decir, el partido se jugó a las 23:00 sin luz artificial, puesto que en el ártico por estos días no se pone el sol. Un hecho sin precedentes, hasta donde sé.

Es una idea alegre, de los países que "sobran", un saludo a la diversidad cultural desde el fútbol, que quiere recordarle al mundo que los pequeños también existen. Un Mundial con casi todos sus jugadores amateur. Sin arreglines, sin precios millonarios, con las ganas de jugar y compartir. Sin jugadores divos, sin intereses creados, sin la política metiendo la cola. Así sí. Así dan ganas... lástima que en mi Micronación no alcanzamos los once jugadores.

Si quieren saber más, sigan los link:

www.nf-board.com
www.vivaworldcup.info

¿Micronación?

Bueno, si a alguno le interesa el trasfondo, puede buscar en Wikipedia qué es una Micronación. De alguna manera, se trata de un país que, pudiendo o no tener territorio, se proclama como otra nación, incluso si para ello sólo existe en Internet. Sealand, el Principado sitiado sobre una ex base naval en 1968, es la Micronación símbolo de este concepto. Pero lo que me interesa es comentarles de Mi Micronación, un espacio para escribir y compartir. Por ello, vaya el acta fundacional.

En mi Micronación, la razón y los sentimientos han firmado un acuerdo mutuo de respeto y colaboración, de trabajo conjunto y cariñoso. Como todos los acuerdos, a veces cuesta cumplirlo. La lógica es una fiel compañera que aconseja, el corazón quiere ocupar su influencia y su poder para que todos sean felices.

En mi Micronación, decir algo no significa negar todo lo demás.

En mi Micronación, cuando quieres llamar a alguien por teléfono y no tienes su número, lo primero que haces es verificar en la guía si aparece. Cuando quieres preparar una comida que nunca has hecho, tomas un libro de recetas y buscas. Cuando mencionan una noticia de otra nación, buscas información sobre ella. Cuando compras un producto y no sabes utilizarlo, lees el manual de instrucciones. Los diccionarios y enciclopedias se leen, para obtener la información que no tienes. Cuando quieres ir a alguna parte, pides la dirección y buscas en un mapa.

En mi Micronación, es posible entender y explicar lo que otro piensa aunque no estés de acuerdo. Es posible dar datos e interpretar sin por ello dar una opinión. En mi Micronación reconocemos que hay cosas que no respetamos, cosas que no toleramos. Preferimos aceptarlo a tener un respeto falso.

En mi Micronación nos gusta saber. Saber, conocer, pensar. Lo que sea, sólo por la hermosa tarea de pensar. Nos gusta trabajar manualmente, crear, disfrutar de haber hecho algo.