viernes, 11 de julio de 2008

Pluralitas non est ponenda sine necesítate


"La pluralidad no debe agregarse si no es necesaria". La frase del título es de un franciscano inglés, Guillermo de Occam, que mediante ella pretendía simplificar las intrincadas explicaciones dadas a los hechos durante la Edad Media. Su postura quedó inmortalizada en la premisa conocida como "La Navaja de Occam": "En igualdad de condiciones, la respuesta más sencilla a un hecho debe ser la correcta". Sin embargo, es sobre su frase original que me he inspirado.

Escribo esto ahora pero con ganas de haberlo hecho hace tiempo. Me motivó finalmente la entrada en el blog de Camilo, y el hecho de que las vacaciones se aproximen y, seguramente, pondrá algunos paños fríos en las movilizaciones estudiantiles. Me ha tocado verlas alejado un poco de la profesión de docente, con pocas horas de clase, y sin que mis alumnas ni mis colegas adhieran. Curiosamente, creo que hacer y ver clases a la misma hora en que hay marchas y protestas me ha hecho reflexionar aun más que si me hubiera paralizado yo también.

Porque a la misma hora en que los cabros marchaban por el centro exigiendo fin del lucro, no municipalización, pase escolar, etc. fui testigo de un montón de cosas, que poco y nada tenían que ver con los motivos de la protesta. Mis alumnas también protestaban pero no por la LGE, sino porque les estaba haciendo clases, a pocos días de salir de vacaciones. ¿Se entiende? A la misma hora que cientos de estudiantes protestan por una mejor educación, me reclaman porque hago clases, en hora de clases, en día de clases. Se quejaban de una represión, no policial, sino de mis llamados de atención porque una conversaba y le dije que no lo hiciera, otra escuchaba música en vez de escuchar mi explicación y le quité el MP3, aquélla sacaba su celular para mandar un mensaje...

No tengo intención alguna de desligitimar los motivos de las protestas; no pretendo dar aquí y ahora mi opinión respecto a una ley u otra. Sólo me gustaría imaginar a mis alumnas, a los alumnos de Chile, protestar porque se les hace leer poco, y pedir que se les haga leer más. Protestar cuando un profesor les arregla notas y gracias a eso pasan de curso. Protestar cuando una prueba es demasiado fácil, y no mide realmente conocimientos. Protestar, y tratar de inconscientes, poco solidarios, etc. a sus compañeros que se dedican a cualquier cosa menos a poner en la clase toda su atención y esfuerzo. Rebelarse ante sus padres porque los mandan con celular al colegio, celular que sólo los distrae. Rebelarse porque los sobreprotegen, porque no les enseñan a hacer las tareas solos, porque no les hacen hacerse responsables. Manifestarse a favor de una educación de calidad a sabiendas que no tiene por qué ser entretenido ir a clases, y que la cantinela de que "el profe es muy fome" es una excusa muy burda para no poner atención, para no escuchar. Una excusa impresentable. Protestar cuando un profesor les da la respuesta de inmediato, y no les hace pensar para construirla. Ni hablar de copiar, inimaginable en la búsqueda de una instrucción de calidad...

Me dirán que, precisamente, mis alumnas no fueron a las manifestaciones. Lo sé, pero no me imagino demasiado distintos a los estudiantes que sí fueron, y tengo constancia que, de hecho, no son demasiado distintos.

A veces imagino el impacto que tendría tan sólo hacer este tipo de cosas tan sencillas: esperar al profesor con el cuaderno abierto, anotar, no conversar, hacer la actividad que el profesor indica, preguntar en el momento mismo de la duda, no cuando quedaron demasiado atrás. Sentarse en fila, mirando hacia adelante. Hacer el esfuerzo de ser precisos y activos al preguntar, no sólo decir "no entiendo nada". Leer las instrucciones, volver a leer si no entienden a la primera. Usar el cuaderno, buscar en él la información. No buscar subidas de nota por secretaría, a partir de un error mínimo en la corrección... la lista podría seguir. Y no generalizo casos particulares, sé que es así en demasiadas partes, en demasiados colegios. Y que nadie me venga a decir que no puede hacerlas mientras el sostenedor de su escuela gane plata, o mientras el colegio dependa de la Municipalidad. Tampoco me digan que "todo eso es responsabilidad del profesor, ellos son jóvenes y no saben lo que hacen. Si no trabajan, la responsabilidad es suya" (no estoy inventando, me lo han dicho)... Si es así, muchachos, guarden las pancartas y vuelvan a clases. No vale salir a expresarse a la calle, reclamar participación y derechos y luego, en la sala, escudarse en que son jóvenes, en la inmadurez, etc. Es un doble standard digno de políticucho de última clase.


Se me ocurre una cantidad enorme de pequeños cambios, de alto impacto y absolutamente independientes de que el sostenedor gane plata o no, de que el colegio sea público, privado, del ministerio o de la municipalidad. Cosas que podrían hacerse con LOCE, LGE o la ley que sea.
"La pluralidad no debe agregarse si no es necesaria". Quizás, cuando se cumpla con lo cotidiano, con el deber de todos los días, podamos ver más claramente cuáles son las falencias reales, y quizás los cambios necesarios no son tantos o de tal magnitud como imaginamos. Quizás las explicaciones a muchos de los males de la instrucción sean más sencillas de lo que parecen. A lo mejor la respuesta más sencilla es la correcta.

P.S: Quiero hacer notar que hablo de instrucción y no de educación, pues profundamente creo que la educación pertenece a la sociedad toda, y en primerísimo lugar a la familia.


2 comentarios:

BigFella dijo...

Cuanta razón y potencia hay en tus palabras, compadre. Cuesta creer que en las aulas se pueda detectar problemas "macro" entre medio del ruido del reguetón disparado por parlantes de celulares o las mechas ornitomorfas peinadas en plena clase con esmero de meretrices. Aprovecho el lance para saludar la feliz iniciativa de que hayas decidido bloguear, como le llaman, en esta la Edad del Facebook. Te leeré con fruición, amigazo.

tola dijo...

Saludos Pedro, un gusto poder leerte, encuentro bastante interesante tu punto de vista respecto a las movilizaciones, no cabe duda que tal como dices hay muchos pequeños cambios que se pueden asumir de forma personal y que aportarían mucho mas a una educación de calidad, pero lamentablemente creo que al parecer ésta dejo de ser hace bastante rato el centro de la discusión...